Opinión
Di Palma, ocurrencias de un loco lindo
Hace 20 años se iba para siempre uno de los más grandes pilotos de todos los tiempos, el inolvidable Rubén Luis Di Palma.
El "loco" pasó a la eternidad justamente en lo que él amaba hacer, volar.
Luis era uno de aquellos ídolos entrañables, lleno de historias y aventuras, todo un personaje lleno de salidas divertidas que nos dejaban perplejos a los que tuvimos la suerte alguna vez de entrevistarlo o simplemente charlar de lo que tanto le apasionaba, el auutomovilismo.
Mis comienzos en el periodismo se remontan a octubre de 1982 y esta anécdota que vuelvo a contar en estas páginas, a modo de homenaje al ídolo, se remonta a 1983.
Corría el TC2000 en el autódromo de Bs. As. y la categoría ya estaba afirmandose con Di Palma, Traverso, Del Río, Fernandino, Gayraud, Cocho López , Serafini, y varios más.
Era un domimngo lluvioso con el Loco y el Flaco que se miraban de reojo en la grilla para saber con que neumáticos iban a calzar cada uno.
Había un pacto de caballeros de no utilizar los neumáticos entrerrianos Paul para lluvia y si los Fliter, un pacto que no respetaron deamsiado a la hora de correr porque a pesar de que eran amigos no se regalaban nada.
Luis estaba peleando el campeonato con su VW 1500 dorado de 43/70 con el 2 en los laterales y sin dudas su gran rival era Traverso y su Ford Taunus power by Hercég.
Los dos largaban adelante con el Renault de Jorge Serafini detrás. La lluvia se hacía cada vez más frecuente y los autos estaban levantados en la grilla esperando saber que hacía el rival.
Finalmente nadie respetó el pacto y le mandaron las Paul. La carrera creo que fue normal, sin muchas alternativas con no muchos autos en pista ya que la categoría no tenía demasiados inscriptos.
Este novel periodista por entonces, con tan solo 21 años, seguía atentamente la carrera de los ídolos, con cierto nerviosismo, ya que era una de las primeras veces que la veía desde los boxes y encima tenía la posibilidad de reportearlos.
En lo previo, más precisamente el sábado, pude grabar en mi Panasonic a cassette al Flaco, a Luis, a Serafini y no me acuerdo a que otro piloto. A pesar de que no me conocía nadie y trabajaba para un programa de automovilismo modesto, con prioridad al automovilismo zonal, todos me trataron amablemente y me dieron cabida.
No podía creer que los dos ídolos de aquel momento me contestaron las preguntas sin problemas.
Listo el domingo, pense para mi, me hago un festín y el lunes me luzco llevando las notas de todos luego de la carrera.
Esperé la bandera a cuadros, creo que ganó Traverso, no lo recuerdo con exactitud.
El ídolo de Arrecifes abandonó, por ende ingresó su auto al patio interno de boxes. Esperé que lo suba al trailler y tímidamente con grabador en mano lo encaré para hacerle la nota y que me cuente por qué había abandonado.
La pregunta se caía de maduro y temblorosamente le pregunté: ¿Qué pasó Luis?
Respuesta de un Di Palma serio y con voz firme:
"Se me rompió el limpiaparabrisas!!!
La carrera se completó casi sin llover por lo que lo miré, se sonrió se dió media vuelta y se fue, dejándome sin la chance de hacerle otra pregunta. Mucho no entendía que pasaba hasta que miro por debajo de la trompa y ahí entendí!!!.
El pequeño motorcito del "milqui" lloraba aceite y un generoso boquete enseñaba sus entrañas.
El Loco me gastó, me dejó dudando y como diciendome: "La próxima no me preguntés otra pelotudez pibe".
Ese era Luis, genial, auténtico y un loco lindo al que se lo extraña cada día más.
No habrá otro igual!!!