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Día nacional del folcklore: el día que Cafrune compró un TC
Luego del Baufer, los Gringos Emiliozzi prepararon un auto que no llegó a correr en el TC: el Falcon angostado. Ese auto se lo vendieron al exitoso músico Jorge Cafrune.
Cuentan allegados al exitoso músico, polémico e interprete como ninguno, tal vez el mejor en su momento Jorge Cafrune, que le faltó cumplir un deseo y era correr en Turismo Carretera. El artista Jujeño y amante del automovilismo además de haber interpretado el poema escrito por José Pedroni al caballero del Camino Eusebio Marcilla, le alcanzó a comprar un auto a los Hermanos Emiliozzi.
En Las Varillas (Córdoba) uno de los clientes habituales que visitaba el hotel situado en la calle Avellaneda 39, era uno de los cantantes más importante de los años ’60 y ’70, apodado el “Turco” Jorge Cafrune. Este jujeño nacido en 1937 en Perico, visitó varias veces esa localidad cuando cantaba en la cancha del club Almafuerte, o cuando se presentaba en la región. Pero allí en la década del 70, el intérprete de varios éxitos como mi Luna Cautiva o Coplas del Payador perseguido, llegó al Hotel de la familia Bonangelino con un vehículo extraño para la ocasión, el de Cafrune no era un auto común: se trataba de un auto de carrera. Sí, en realidad se trataba de un Ford Falcon angostado de Turismo Carretera.
El coche fue construido por los talleres Baudena (BsAs) en 1969 y retocado en los talleres de “Marconi” Martins (acompañante de Oscar Gálvez) para el pilotor olavarriense Dante Emiliozzi, que comenzaba el epílogo de su carrera deportiva. Lo hizo construir para la categoría TC, pero la realidad diría que este auto nunca corrió. Ellos llegaron a la Vuelta de Chacabuco (1969) y la competencia se suspendió por lluvia. Posteriormente los hermanos Emiliozzi deciden correr con un prototipo denominado Halcón y le colocan el motor F100 por recomendación de Heriberto Pronello.
Muchos recuerdan haber visto al cantante viajando con el auto por las rutas argentinas. La localidad de Las Varillas (según un artículo del diario El Heraldo) no estuvo ajena a esta historia. El auto azul con techo blanco y muchas publicidades, estuvo guardado unos quince días aproximadamente en las cocheras del Hotel Mayo, tal vez porque Cafrune lo dejó y siguió viaje con otro vehículo. Esto lo atestiguan dos personas que recuerdan bien ese momento. Uno de ellos José Varas, empleado del Hotel y José Caldara que recuerda que el TC estaba estacionado en la cochera número 1 que apuntaba derecho al callejón que salía a la calle y quienes pasaban por las anchas veredas, lo podían observar.
Cafrune falleció el 1 de Febrero de 1978 en un accidente cerca de Benavídez cuando se dirigía a caballo a un homenaje a José de San Martín en Yapeyú.