MotoGP
La reacción argentina, modelo para MotoGP
Las actividades improvisadas para sustituir la cancelación de la actividad del viernes será referente para otros Grandes Premios de MotoGP
Las noticias no eran buenas para la organización. De a poco, se sucedió una serie de noticias negativas que atentaban contra el Gran Premio de la Argentina de MotoGP. En un puñado de días, la tensión aumentó frente a una avalancha de contrariedades.
Primero el mundo de MotoGP se sacudió con el estado de salud del ex campeón Marc Márquez. El piloto español de Honda sufrió una espectacular caída en el Warm Up del GP de Indonesia, por la segunda fecha, y ello acentuó su inconveniente que padece con la visión. Producto del impacto, se agravó la diplopía (ve doble) y ello lo marginó de la fecha en Santiago del Estero.
El detalle no es menor. Es la primera vez que MotoGP padece las grandes ausencias del mayor exponente e ídolo de la disciplina, Valentino Rossi (se retiró a fines de 2021) y Márquez.
El golpe no fue menor. Luego se supo del Covid positivo del piloto japonés Takaaki Nakagami, que luego, por la cancelación de la actividad del viernes, cambió su estado, viajó de urgencia desde España y fue el más veloz en el primer ensayo del sábado.
Y, por supuesto, la mayor atención se puso en un vuelo, que generó una expectativa inusitada, ya que de él dependía la realización del Gran Premio. Una válvula en el Jumbo que traía la quinta parte de los materiales provenientes desde Indonesia se averió en el aeropuerto de Mambasa, en Kenia. Otro avión fue a reemplazarlo y también sufrió desperfectos.
Finalmente, se enviaron los repuestos desde Europa para arreglar a la aeronave y así emprender el viaje más seguido por todos los amantes del motociclismo. El viernes a las 22.30, aterrizó en el aeropuerto Benjamín Matienzo, de San Miguel de Tucumán. Desde allí, 10 camiones de gran porte trasladaron los 90 kilómetros motos, equipos, neumáticos y hasta los autos de seguridad al autódromo.
Desde la organización, la empresa OSD, del piloto de Dakar Orly Terranova, tomó la responsabilidad de reemplazar la actividad oficial en pista. Abrió el Fan Zone, lugar donde se ubicaron las empresas con sus promociones, y allí se improvisó una gran fiesta para aquellos que tenían los tickets.
La reacción fue un éxito. Pistas de manejo para principiantes y avanzados, promociones, merchandising, sorteos y la suma de las acrobacias aéreas del gran Jorge Malattini, deleitaron al público, que lejos de quejarse por la accidentada situación, disfrutó de un día inolvidable.
En el escenario principal, donde el sábado los DJs Apache y Guy Gerber condujeron un atardecer fabuloso, se llegaron los pilotos de MotoGP, que de buen humor y muy predispuestos para animar la multitudinaria fiesta, posaron para las selfies y hablaron frente al público.
En un momento, la multitud tuvo acceso al pit line, para conocer de cerca los trabajos en los equipos de MotoGP, Moto3 y Moto2.
“Estuvimos muy nerviosos porque en tantos años de organizar carreras padecimos varios inconvenientes. Pero nunca dos desperfectos técnicos con el mismo vuelo”, comentó Carmelo Ezpeleta, máximo responsable de Dorna, empresas que conduce los destinos del Mundial de motociclismo.
“Pero no hay mal que por bien no venga”, dice el dicho. Y la experiencia del viernes asombró a la categoría. “Realmente quedamos muy sorprendidos con los resultados de las acciones que se ejecutaron el viernes. Claramente es un modelo que, más allá de la urgencia de esta ocasión, podríamos replicar para otros Grandes Premios”, admitió el dirigente.
Más allá de la reacción en el autódromo con el público, la categoría también quedó asombrada de la evolución que experimentó Termas de Río Hondo durante la pandemia, con el agregado de plazas hoteleras y las mejoras en la infraestructura de la ciudad santiagueña.