Opinión
Rubinho, ¡qué hiciste!
Rubens Barrichello ganó en el STC2000 de manera contundente demostrando sus ganas, su entrega y su compromiso con el automovilismo argentino
La llegada de Rubens Barrichello al automovilismo argentino sin dudas le ha puesto a la deporte nacional un toque de distinción.
Un piloto con tantas carreras y victorias en el fantástico mundo de la Fórmula 1 es bienvenido en cualquier categoría en la que quiera participar.
Gracias a Toyota Gazoo Racing tenemos el privilegio de poder disfrutar de su talento, su experiencia, su enseñanza y por sobre todo de su carisma.
El paulista se ganó en poco tiempo el respeto y la simpatía de sus pares, por su bomomía y su permanente compromiso con el deporte motor "criollo".
A sus jovenes 48 años, Rubinho, disfruta de todo lo que hace.
Desde que llega al país, al circuito, subiendose al auto de carrera y compartiendo como si fuera un argentino más de la "cocina" en lo boxes del autódromo.
Pareciera que vive desde hace años en nuestro país y ya se desenvuelve perfectamente en un automóvilismo, al cual le agrrarró la mano, más rápido de lo que pensaba y pensábamos.
Ganó en su debut en el Top Race con un auto en el cual se adaptó mejor y es más parecido al de su categoía en Brasil, el Stock Car.
En el STC2000 venía renegando y no le encontraba la vuelta, según sus propias palabras, al auto con tracción delantera.
Pero llegó su momento y justamente en el circuito donde, en el 95, 96, 97 y 98, había corrido con la Fórmula 1.
El trazado n° 6 de Bs. As., muy pocas veces utilizado para carreras locales, le dio la posibilidad de mostrar que su talento está intacto y que puede correrle de igual a igual a los más jovenes de la categoría.
Tuvo su chance, y con dos carreras extraordinarias, se llevó el triunfo más esperado, en un domingo donde ni siquiera se le pudieror arrimar.
Barrichello manejó a la perfección el Corolla que tanto le había costado domar y se llevó el hermoso trofeo que entregó la categoría, susurrando en vos baja: "Que felícidad", "Qué felicidad".
Y no es para menos. Ganó en la Argentina, en un fin de semana cargado de homenajes por la partida del "10", se convierte en el primer extranjero en ganar como piloto titular en la historia de la categoría, y en lo personal completó el casillero que le faltaba, para sentirse pleno en el deporte que más lo apasiona.
De todas maneras ya había ganado por su simpleza, su profesionalismo y por su calidad humana.
Sin dudas un triunfo que nos alegró a todos.
Esta llegada del piloto brasileño le ha puesto un toque de color y una motivacion especial al STC2000. Sus rivales, además de correrle de igual a igual, disfrutan de compartir la pista, un podio, los boxes, con un piloto con tanta historia en la Fórmula 1, y por supuesto nosotros también.
¡Qué hiciste Rubinho!!!!