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Toyota continúa los experimentos con hidrógeno
Toyota completa las primeras pruebas de un motor alimentado por hidrógeno líquido
Toyota continúa experimentando con un auto de competición propulsado integramente por hidrógeno líquido.
La firma japonesa se ha dedicado a probar, entre otras cosas, motores de combustión alimentados por hidrógeno, algo que ya hizo BMW años atrás, pero que dejó para centrarse en otras soluciones.
Sin embargo, Toyota no abandona la idea de motores de combustión alimentados por hidrógeno, sino que va un paso más allá y prueba una solución que no se había empleado hasta ahora: hidrógeno líquido.
La compañía nipona ha empleado durante sus pruebas hidrógeno en forma de gas, porque resulta más fácil su almacenamiento, pues el hidrógeno líquido requiere de temperatura extremadamente bajas para poder ser almacenado, -253 °.
El objetivo de Toyota es desarrollar la tecnología incorporada en el automóvil, hasta el punto en que pueda competir en la temporada de carreras Super Taikyu 2023, que comenzará a finales de marzo.
Con ese fin, el prototipo completó tres sesiones de pruebas en febrero, en las cuales, se simuló condiciones reales de carrera y compartió pista con otros coches de competición. Incluso tuvo que repostar dentro de los tiempos designados, que es uno de los desafíos y al mismo tiempo, una de las ventajas del hidrógeno líquido.
Como regla general, un combustible líquido es más denso en energía que un gas, lo que, en el caso de un automóvil, ayuda a aumentar el rango de conducción, o dicho de otro modo, permite aumentar la autonomía. Además, eso hace que el combustible sea “más pequeño”, ocupa menos sitio y es más fácil de transportar porque requiere de menos camiones para llevarlo a las estaciones.
El hidrógeno líquido tiene otra ventaja frente al gaseoso: no es necesario presurizar el tanque de combustible, lo que ofrece una mayor libertad de diseño y permite un reabastecimiento más sencillo. El mayor problema es mantener el hidrógeno a -253 grados celsius, tanto durante el llenado del depósito como durante su almacenamiento en el mismo. También es un desafío lidiar con la vaporización natural del hidrógeno a medida que se calientan los tanques. Toyota planea usar las carreras de la serie Super Taikuy para trabajar esos apartados.
Un combustible líquido es más denso en energía que un gas, lo que, en el caso de un automóvil, permite aumentar la autonomía.
Además, eso hace que el combustible ocupe menos espacio y es más fácil de transportar porque requiere de menos camiones para llevarlo a las estaciones.
El hidrógeno líquido tiene otra ventaja frente al gaseoso: no es necesario presurizar el tanque de combustible, lo que ofrece una mayor libertad de diseño y permite un reabastecimiento más sencillo.
Lo complicado a es mantener el hidrógeno a -253 grados celsius, tanto durante el llenado del depósito como durante su almacenamiento en el mismo.
También es un desafío lidiar con la vaporización natural del hidrógeno a medida que se calientan los tanques.
Toyota planea usar las carreras de la serie Super Taikuy para trabajar sobre estas complicaciones..